Metodología de Trabajo

Elaboración de planes personales de alimentación elaborados tras un estudio nutricional previo. Una vez establecidos los criterios generales que deben cumplirse según las características de la persona se dispone una combinación de alimentos adecuada a una dieta equilibrada y saludable.

El menú personal posee las características típicas de nuestra dieta mediterránea, una dieta cuyos beneficios están científicamente demostrados:

• Aceite de oliva como principal fuente de grasa.

• Consumo alto de alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, legumbres y hortalizas.

• Importante aporte de hidratos de carbono complejos, vitaminas, minerales y antioxidantes.

• Preparaciones culinarias cuidadas y sencillas: hervidos, asados.

• Texturas firmes: pan, frutas, verduras, frutos secos, pastas, hortalizas crudas, legumbres.

• Adecuado consumo de alimentos proteicos, consumo moderado de carnes y grasas de origen animal.

• Consumo de pescados (ricos en acidos grasos poliinsaturados).

• Uso de gran cantidad de productos frescos.

• Ingesta fraccionada en cinco comidas otorgando al desayuno la importancia que tiene (especialmente en niños y adolescentes).

Una forma de disfrutar de una dieta sana en la que estan presentes la energía y todos los nutrientes necesarios para cubrir las necesidades de la persona evitando cualquier deficiencia y ayudando al mismo tiempo a combatir el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas (cardiovasculares, obesidad, diabetes, algunos tipos de cancer, osteoporosis, etc.) consecuencia, en gran parte, del excesivo o desequilibrado consumo de algunos alimentos y nutrientes (se estima que aproximadamente un tercio de los factores implicados en enfermedades degenerativas estan relacionadas con la dieta).

Una dieta variada, sana, equilibrada y además palatable, es decir, que apetece comerla y que incluye aquellos alimentos que estamos acostumbrados a comer.